QUINTURAY RAIPAN: MI
HOMENAJE
Este es un breve homenaje a mi Maestra de Tradición Mapuche: Quinturray Raipan, recientemente ha volado a la eternidad, seguramente estará feliz junto a sus Machis y a Adriel, danzando y tocando su cultrún.Quinturay Raipan Peñam (1932- 2012): Mirta Higinia Perez Peña fue Bailarina, Coreógrafa, Maestra y Ceremoniante de la Cultura Indígena Mapuche de Chile, casada con Adriel su inseparable compañero con el cual llevó la tradición por su país y el extranjero con impecabilidad.
Quinturay significa en mapudungun: la que busca el alma y la esencia de la flor.
Tuve el lujo de conocerla en 1993 en Bolivia en la Komunidad Janajpacha y me pegué a ella hasta el 2003 por su enorme sabiduría y sencillez.
Para mi ha sido la representación viva de la cultura Mapuche, una mujer fuerte y amorosa que vivió su tradición las 24 horas!
Una gran investigadora, tenía numerosos alumnos en Chile y el extranjero.
He compartido muchísimas actividades con Quinturay en Chile, Argentina y Bolivia: Nguillatum, bautizmos donde se entrega el nombre mapuche a las personas, casamientos, la ceremonia de consagración del Rehue o escala sagrada mapuche, el traiquintu o intercambio, machitun o sanaciín, encuentros internacionales, seminarios y convivencias.
Nos inició en el arte
de tocar el Cultrún o tambor de las Machis, en las danzas y los cantos y la cultura mapuche.
He estado en su casa
por temporadas donde la enseñanza la daba en el diario vivir y por las noches
armando collares y tomando mate, contaba sus historias de la tradición, era una excelente narradora.Consagró mi cultrún para que tomara vida en una ceremonia que dura una jornada completa y días de preparación junto a Andreíta. Fue una gran celebración.
Tuvo la generosidad de obsequiarme parte de la joyería mapuche que hacía su esposo, y que toda ceremoniante lleva en las actividades, las atesoro como algo muy sagrado.
Me llevó a conocer la cultura, sus costumbres, aprender a confeccionar las vestimentas y las comidas para las ceremonias.
Recuerdo cuando viajabamos con grupo de personas que quería conocerla, todos preparados con sus atuendos e impecables en su conducta, qué felices momentos para todos.
Le acompañé a un viaje al sur de Chile, me llevó a conocer su casa y recorrimos los sitios donde paso su infancia y juventud, me sentí inmensamente honrada.
Quinturay ha
respetado y amado a dos de sus Maestras la Machi Clarita y la Machi Antonia,
que ya partieron de este plano y a las cuales tuve el privilegio de conocer. Todo mi amor y
respeto para ellas.
Mi eterna gratitud a esta Abuela Sabia, en mi corazón llevo su enseñanza.